Por: Wilson Andrés Lopera López (Abogado especialista en Propiedad intelectual - industrial y derechos de autor de la U de Barcelona España - CEO Legal Tech Col.).
El derecho es el conjunto de principios, normas o leyes que regulan nuestras relaciones humanas fundamentadas en la justicia y el orden; por su parte la imaginación es aquella capacidad mental de representarnos cosas reales o ideales a través de la fantasía, pero que pueden llegar a crear ideas o cosas nuevas.
En este orden de ideas, si el derecho regula relaciones entre individuos y la imaginación es intrínseca al individuo en si mismo, ¿puede la imaginación tener una norma que la regule? Y la respuesta es NO; no mientras está en la esfera mental, subjetiva del ser que imagina, allí no hay reglas, no hay normas, no hay límites, la imaginación es aquel estado o lugar en donde cada uno es completamente LIBRE, no es juzgado, no existe bien y mal … y allí todo es posible.
Sin embargo, hay personas que cuentan con un don especial, se llaman artistas, inventores o creativos, y ese don les permite que sus ideas, su imaginación sobrepase los limites internos de su individualidad y logren convertirse en algo real: en una CREACIÓN, sea una obra artística, literaria, científica o cualquier innovación, y es allí, cuando el mundo las conoce e incluso se transforma por ellas, que el derecho debe entrar a protegerlas.
La propiedad intelectual, es aquel conjunto de reglas, normas, derechos y obligaciones que no sólo regulan en la realidad el alcance de las creaciones y lógicamente en el mundo actual cómo esas obras nuevas se traducen en dinero para el autor, inventor o creador, si no que busca proteger a éstos últimos de que su propiedad del intelecto no sea copiada o plagiada.
Así como el derecho civil protege los bienes de las personas, el comercial sus negocios o el de familia sus hijos, la propiedad intelectual protege el bien propio más personalísimo e íntimo de cualquier individuo: la materialización de su ingenio.
El concepto de: “El derecho de la imaginación” sin embargo, no es el mismo del de la propiedad intelectual como una mera rama del derecho positivo en un estado de derecho, es el reconocimiento y admiración más maravillosa en la cual una disciplina se inclina al servicio de aquello que desde el principio de los tiempos es el único factor que ha diferenciado a los humanos de los demás seres de la naturaleza a la cual pertenece: LA IMAGINACIÓN, por ella, es cierto que el mismo hombre puede estar llevando a la madre tierra a un final de extinción, pero también por ella es que la humanidad ha logrado momentos fabulosos en la historia y sin duda será por ella, por la imaginación, que ya muchos hombres están creando lo que será la reivindicación de nuestra raza con todos los seres, redireccionando el futuro del planeta.
Es por ello, que el derecho de la imaginación, no es solo el ejercicio de una profesión, no es solo aplicación racional de normas de propiedad intelectual, es la creencia firme en el poder de la innovación y la creatividad humana, es la certeza ciega de que la imaginación es el único camino de la humanidad hacia una sociedad plena y feliz.
Super concepto.